• Un tratamiento de crecimiento capilar con PRP suele constar de varias sesiones, que se realizan a intervalos de unas cuatro a seis semanas. El número exacto de sesiones depende de varios factores, como la gravedad de la caída del cabello y la reacción individual del paciente al tratamiento.
• Anestesia local: Durante el tratamiento, se suele aplicar anestesia local en el cuero cabelludo para minimizar cualquier posible molestia o dolor durante la inyección. Esto hace que el tratamiento sea lo más cómodo posible.
• Inyección de PRP: El PRP se inyecta en el cuero cabelludo mediante finas inyecciones. El especialista o dermatólogo determina las zonas que deben tratarse para estimular el crecimiento del cabello. La cantidad exacta y la colocación del PRP se adaptan a las necesidades individuales del paciente.
• Dolor o molestias mínimos: La mayoría de las personas refieren un dolor o molestia mínimos durante el tratamiento con PRP. Las inyecciones pueden percibirse como una ligera sensación de escozor o presión. Sin embargo, esto varía de una persona a otra y también puede depender de la sensibilidad del individuo al dolor.
• Paciencia y resultados: Es importante comprender que los resultados del tratamiento con PRP para el crecimiento del cabello no son inmediatos. Las mejoras en el crecimiento del cabello suelen tardar unos meses en hacerse visibles. Esto se debe a que el PRP necesita estimular los folículos pilosos y afectar al ciclo natural de crecimiento del cabello. Por lo tanto, se requiere paciencia para ver los resultados completos del tratamiento.

Al utilizar los recursos propios del cuerpo, el PRP puede estimular el crecimiento del cabello, mejorar el debilitamiento del pelo y devolver la confianza en uno mismo. Si sufre caída o debilitamiento del cabello, consulte a un especialista o dermatólogo para saber si el PRP es adecuado para usted.